Pero, tal como escriben Nacho Montero, Cristina Mosquera y Javier Reyero en «Viaje a la Luna: curiosidades y hechos fascinantes que todavía no conoces» ( Lid Editorial), las cintas originales en las que la NASA grabó aquella transmisión se perdieron.
¿Es esto una prueba innegable de que la llegada a la Luna fue un gran fake? No parece muy probable. «Incluso la NASA no es inmune ni a los recortes presupuestarios ni a la presencia de incompetentes», escriben los autores. De ahí la desaparición de tan preciadas cintas.
Veamos qué ocurrió. Además de transmitir la señal a las televisiones, las imágenes transmitidas desde la Luna se convirtieron al sistema de grabación y reproducción de vídeo empleado por las televisiones estadounidenses, el NTSC. Por una parte, se pretendía archivar la filmación para uso futuro y, por otro, tener una salvaguarda para el caso de que la transmisión fallara.
«Desmedido afán de ahorro»
Sin embargo, tiempo después se grabó encima de estas cintas. «En un desmedido afán por el ahorro, algún cerebro poco atinado estableció que "en lugar de comprar cintas de vídeo nuevas, mejor reutilizamos algunas de las que tenemos por aquí"».
Así que, sencillamente, las cintas se usaron para grabar encima, tal como la NASA confirmó por fin en 2006, probablemente después de buscarlas con denuedo.
Copias de respaldo
¿Por qué ocurrió esto? Tal como escriben los autores de «Viaje a la Luna: curiosidades y hechos fascinantes que todavía no conoces», como la retransmisión televisiva fue un éxito, se multiplicó el número de copias de respaldo, con lo que la conservación de ese vídeo perdió prioridad.
No está claro, pero es probable que las cintas se perdieran en los ochenta. Por entonces, el programa Landsat de la NASA para observación de la Tierra en alta resolución empleó 200.000 cintas para grabar sus imágenes.
Después de descubrir el error, la NASA decidió restaurar las grabaciones. Localizó algunas filmaciones originales conservadas por la CBS y el Centro Espacial Parkes de Australia, y procedió a digitalizarlas. Para ello, se acudió a los servicios de una empresa de Hollywoood, Lowry Digital, que permitió mejorar la definición de las escenas. ¡Tanto que se consiguió una restauración mejor que la original!
¿Por qué tenían tan mala calidad?
Curiosamente, la mala calidad de las grabaciones de la Luna no se deben a las cámaras empleadas en el satélite, sino a los registros magnéticos que almacenaron las imágenes. De hecho, la filmación que llegaba desde la Luna tenía una alta calidad, pero tuvo que reconvertirse a los estándares de la televisión de la época.
Sin embargo, todavía hoy es posible ver las imágenes originales de la Luna, en su calidad original. Estas están en formato SSTV de alta calidad, que se grabó en cintas magnéticas de una pulgada. Dichas cintas se guardaron en los Archivos Nacionales de Estados Unidos y, hoy en día, solo se pueden reproducir y reconvertir en el Data Evaluation Lab, en el Centro Espacial Goddard.
Neil Armstrong y Buzz Aldrin (Los astronautas que dijeron que pisaron la Luna en 1.969) no pisaron la Luna real, fueron unos actores, que hicieron una película en la Tierra.
ResponderEliminarUn engaño así, hace daño a la Ciencia, no está bien hacerlo.