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sábado, 4 de agosto de 2018

NOCHE DE LA NOSTALGIA ZUM ZUM DISCOTHEQUE 24 DE AGOSTO MONTEVIDEO URUGUAY





































































10 comentarios:

  1. NOCHE DE LA NOSTALGIA LANCELOT DISCO 24 DE AGOSTO MONTEVIDEO URUGUAY FIESTA

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  2. NOCHE DE LA NOSTALGIA ZUM ZUM DISCO 24 DE AGOSTO MONTEVIDEO URUGUAY FIESTA

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  3. Viajar en el tiempo Haber musicalizado la primera fiesta de la nostalgia en la boite Ton Ton es para el discjockey Álvaro Quartino un recuerdo imborrable. “Con los años esa noche pasó a ser la más importante de Uruguay en cuanto a remembranzas vinculadas a la música, y nosotros estábamos ahí, haciendo bailar a la gente junto a Pablo Lecueder, Daniel Millán y Pepo González, compañeros de Radio Panamericana”, relata quien por ese entonces estaba dando sus primeros pasos como DJ en TonTon. Una larga trayectoria pasó desde aquel debut; sin embargo, él revive los 24 de agosto de las épocas de oro como más le gusta: “Cuando nos acercamos a esta fecha busco y ordeno los cientos de discos de vinilo que me acompañaron durante los once años del ciclo de Space. Me surgen grandes recuerdos con cada tema; ver las carátulas de los discos me da muchísima alegríayme hace viajar en el tiempo, trayendo a la memoria a amigos y a grandes momentos de diversión vividos”. Por eso, aún hoy, la noche de la nostalgia sigue siendo un festejo para revivir con sus amistades.Y nada lo empaña: “No le veomayores contras a una jornada donde se recuerdan temas, artistas y grandes sucesos de la historia de la música”.


    Sin restricciones
    “Es la única noche del año que esperan los más grandes para poder salir”, asegura sin medias tintas el ex propietario de la boite Ton Ton, Juan Carlos Sartori, fácilmente distinguible en la foto por el bigote típico de la época. “En Buenos Aires existen boliches para personas de 30, 40 y 50 años y nadie mira raro, pero en Uruguay si vas a una discoteca con 60 años sos un viejo loco, un desubicado. En la Noche de la Nostalgia cualquiera puede salir sin prejuicios”, dice quien vio filas interminables de autos en la puerta de Ton Ton durante la época de esplendor en los años setenta. De hecho, “tenías que sacar gente para afuera de la cantidad que había”. En ese entonces, la fiesta empezaba a las diez de la noche y sólo se servía whisky importado, cuenta Sartori. Los hot pants de las chicas causaban estragos en la platea masculina, pero cada uno tenía su dueño en aquellas noches nostálgicas. “Era mucho más lindo, más romántico e íntimo, la gente se divertía como loca, pero era más tranquilo porque había todas parejas amigas”, manifiesta sobre esta celebración que marcó a Uruguay e incluso trascendió las fronteras, dato que es posible comprobar en cualquier 24 de agosto, sobre todo en Punta del Este. Más allá del paso del tiempo, él sigue disfrutando de esta fiesta como si fuera ayer.


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  4. Made in Uruguay
    “Cuando la Electric Light Orchestra aterrizó en Uruguay por primera vez, en su repertorio no estaba incluido Last train to London, el mayor suceso de la banda. Al recibir los empresarios locales la lista de temas que iban a interpretar en Uruguay y no ver en ésta el mayor hit, directamente le aclararon que sin esa canción el show no podría concretarse. Conclusión: llegó la banda y Last train to London colocado a fórceps fue el gran hito de aquel 24 de agosto. Los miembros del grupo no entendían nada cuando el público local bailó y aplaudió el tema como a ningún otro”, recuerda Berch Rupenian –a la derecha en la foto– sobre esta legendaria fiesta de la nostalgia. El empresario celebra que esta noche se haya transformado en la más concurrida del año, superando incluso a las del 24 y 31 de diciembre. “Es un acontecimiento nacional con características muy propias de los uruguayos, que siempre estamos viviendo del recuerdo de décadas pasadas”. Como suele haber una de cal y otra de arena, él no ve con muy buenos ojos la aparición de las llamadas fiestas antinostalgia, “donde lo que se baila generalmente son cumbias y música latina que nada tienen que ver con el espíritu de estas celebraciones”.


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  5. Sólo en pareja
    A Zum Zum se llegó a ir de traje y corbata, recuerda Pablo Lecueder sobre las noches nostálgicas de la boite a principios de los setenta. Eran épocas bien diferentes; “había un concepto totalmente machista”. Al baile se podía ir sólo en pareja, “el que elegía el lugar era el hombre y el que pagaba también. No se les pasaba ni remotamente por la cabeza compartir nada”, relata el impulsor de esta clásica noche de oldies. Los tiempos eran difíciles ya que “si a la mujer no la invitaban a salir esa noche se tenía que quedar en su casa; planchaba”. Lo mismo sucedía con el varón, aunque por tomar la iniciativa tenía más chance de salir victorioso en la revisión de agenda. “No digo que ahora sea mejor ni peor, pero es más democrático porque sale todo el mundo y los novios hasta se encuentran en el boliche”, compara. El director de Océano FM, en la foto desde su escritorio, no le encuentra costados negativos a la fiesta; “una noche para divertirse no puede tener una contra”. Tampoco cree que se haya tergiversado su espíritu: “Fue una evolución positiva; la gente recuerda cómo era salir a bailar, si es tango es tango y si es cumbia es cumbia”. Todo el movimiento que genera esta noche a nivel comercial, “donde hasta la lencería se vende más”, le parece un aspecto positivo de la celebración de estos tiempos.


    Una noche diferente
    El 24 de agosto de 1994 fue, sin duda, una noche de la nostalgia diferente. Los enfrentamientos entre manifestantes y la policía por la extradición de tres ciudadanos vascos a España, que dejaron un muerto y más de cien heridos, no pasaron desapercibidos en la fiesta de aquel año. Así lo recuerda el ex propietario de la disco La Base, José Pedro Malet, atento al flash en la foto: “Ese día estaba cerrado el aeropuerto por los sucesos del Hospital Filtro y la gente que quería llegar a la discoteca –ubicada frente a la Base Aérea N° 1– no podía pasar. Nosotros nos tirábamos de los pelos porque habíamos armado una carpa gigantesca para hacer una megafiesta y los autos no tenían posibilidad de llegar”. Finalmente, a las dos de la mañana se liberó el tránsito en la zona y el público que quiso celebrar esa noche pudo hacerlo. El también ex relaciones públicas de la disco NewYork NewYork se acuerda de los porteños que desembarcaban en Montevideo para vivir una noche totalmente desconocida para los argentinos. Artistas invitados de la otra orilla como Guillermo Francella o músicos internacionales de la talla de Rod Stewart siguen bien presentes en la memoria de este promotor de la noche nostálgica. Todo lo que sea para celebrar recibirá el apoyo de Malet; lo mismo para todo aquel evento que genere movimiento a nivel comercial.


    Bailar pegados
    Que vuelvan los lentos, reclaman los que vivieron la experiencia de bailar pegados en una disco. En la Noche de la Nostalgia esas añoranzas se vuelven realidad: “La gente recuerda viejos tiempos y se enloquece por más que le pongas la rutina de siempre. Sabe que escuchará Creedence, The Beatles y música disco; y cuando empieza a sonar I will survive de Gloria Gaynor se llena la pista, es increíble”, expresa el discjockey Henry Mullins, el más alto de la foto. Los más grandes aprovechan los 24 de agosto para revivir anécdotas, momentos y costumbres que sólo se reproducen en las noches de nostalgia. Es que eran otros tiempos, advierte Mullins. “La gente fumaba pero no había drogas, los valores eran distintos; se pasaba mejor”, asegura quien pasó música en discotecas como Zum Zum, Lancelot, Ton Ton, NewYork NewYork y Zona Libre. Siempre prendido a la idea de que el pasado fue mejor en esta fecha de recuerdos, el conocido DJ dice que la inseguridad es la enemiga de las noches nostálgicas actuales. “Eso de que volvías del boliche a tu casa caminando por la rambla ya no se puede hacer más, olvidate. La falta de seguridad es el único impedimento de la celebración de estos tiempos”, dice quien no se desprende de las consolas en ninguna movida de recuerdos.

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  6. RODOLFO KALMAN-Por supuesto que existen todavía algunos Zumzuneros desde su inicio el 19/12/1967 que seguimos vivos, cada vez menos. Ahora le voy a contar lo que pocas personas conocen, como elegí el nombre Zum Zum. Quería que fuera un nombre fácil, que se pronunciara como se escribe y que no representará nada, ni tampoco ligado a una época determinada. Que a su vez existiera en Argentina y Brasil, y que esas discotecas o boliches fueran de público de nivel económico medio en más. Revisando la primera guía de la presentación de la tarjeta Diners Club, donde se promocionaba dicha tarjeta y los pocos comercios adheridos, encontré que en Buenos Aires (era un lugar donde frecuentaban conductores de autos de carrera) y en Rio de Janeiro, existían esas discotecas con ese nombre. Las fui a conocer para ver si nosotros podíamos igualar o mejorar sus instalaciones. y decidí por el nombre de Zum Zum. Gracias por recordarnos.

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  7. RODOLFO KALMAN-Zum Zum cerró sus puertas el 01/09/1998, más de 30 años, pocos casos en el mundo han logrardo esa permanencia, y en Uruguay no se dio otro caso. Durante 25 años fuimos muy exitosos, luego nuestro enfrentamiento frontal contra la droga y la descomposición de la pareja para salir a bailar, nos fueron mermando de a poco. Morimos con las botas puestas, siempre fue un boliche para parejas. También fuimos los dueños de Lancelot, y en Punta del Este hasta el 2006 de Afrika, El Pachá, Le Club, Rainbow, Gitana, Buenos Aires New, W La Plage y algunos otros, todos éxitos, a veces solos y otras veces asociados con otros boliches argentinos. La verdad muchas historias para recordar. Es verdad que a Daniel Leal, cuando no le renovamos el contrato, se fue a Tom Tom. Había cometido el error de irse sin nuestra autorización a trabajar a Punta del Este. Muchos excelentes DJ, como lo fue Daniel Leal, se formaron con nosotros, como Henry Mullins, el negro Lorenzo, murmullo Podestá, Charly Boy Laborde, Hector De Armas Jr, y otros tantos, así como tardíamente lo fue Oscar Valdez y muchos más.

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  8. HM-Un ícono de la noche montevideana durante 30 años! Su disc-jockey ( ahora se dice DJ o “ diyei “) era Daniel Leal el cual se fué a vivir a España y en los últimos años ha vuelto para pasar musica en alguna fiesta de la nostalgia. Junto con Lancelot y Ton Ton en carrasco eran lo mejor.
    No se podía entrar si no era en pareja.
    Baiuca, otra “boite”, que quedaba en Vidal y Solano Antuña, algo más barata y menos selecta,había sido decorada por uno de los mejores de la época, “Macoco” Ardanz, pero era lo mismo porque era re oscura y no se veía nada, solo cuando se abría la puerta del baño.
    Esperábamos las lentas...

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  9. ‎Diego Alvarez
    ·
    LA BOITE ZUM ZUM.
    Ese prisma rectangular de cemento y vidrio que se encuentra al pie del edificio Panamericano (que hoy alberga a la radio Océano FM) fue levantado con el propósito de servirle de estudio profesional al arquitecto Raúl Sichero mientras construía el edificio, pero con la idea de demolerlo en cuanto el Panamericano estuviera terminado.
    Su demolición, empero, se fue postergando hasta que alguien se le ocurrió que podría ser el lugar ideal para instalar una boite.
    Y asi fue: se le alquiló a una empresario conocedor de la noche montevideana que bautizó el lugar como Zum Zum, lo decoró en rojo, negro y blanco, hizo preparar tragos memorables y en poco tiempo lo convirtió en tal referente de la animación nocturna montevideana que pasó a la historia. "Nunca hubo boite igual", es aún hoy el comentario de quienes fueron habituales concurrentes.
    Eso ocurrió durante muchos años entre las decadas del 60 y el 80 y parte de los 90.
    El maitre de Zum Zum, Héctor, se hizo enormemente popular, sobre todo cuando los clientes se iban enterando que él era el encargado de entregar a los más asiduos una llave para que entrar sin tener que esperar que el portero les franqueara la puerta. Conseguir esa llave, que era como obtener "patente de hombre de la noche" o de "playboy", hizo que Héctor fuera blanco de infinitos gestos amistosos (por no decir adulonerías).

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